Una Aventura en SUMICOL – CORONA – SABANETA – ANTIOQUIA –
COLOMBIA.
No es fácil que suceda que una empresa colombiana abra sus
puertas a un artista y a una cultura que de algún modo ha sido su competencia.
Sí, porque El Carmen
históricamente ha sido la competencia de
esta gran empresa Colombiana o al contrario, asunto que no tiene ningún sentido, pues a la postre cada uno
tomo rumbos diferentes…CORONA aposto por un proyecto de gran producción basado en procesos
industriales con tecnologías de punta,
mientras que El CARMEN, después de los años 50s, se acercó con mayor énfasis a
la decoración a mano que le colocaba claramente en el territorio de lo artesanal, convirtiéndose así,
sin darse cuenta en una de las culturas de cerámica
popular decorada a mano más importantes de América.
Mayoral azul, decoración tradicional.
De cualquier modo y por obra y gracia de unas directivas con
apertura y visión social pudimos realizar la primera parte de un sueño llamado: TORRE BICENTENARIA.
Boceto en acuarela de la Torre, primeros meses del año 2014.
Y es que con motivo
de los 200 años de la fundación del Carmen de Viboral como municipio se piensa conmemorar
esta fiesta con una escultura urbana que
surge de múltiples experiencias en este pueblo antioqueño que ha hecho que mi vida, de algún
modo se divida en dos, por un lado, mi
compromiso con mi proyecto de vida como artista y de otro el compromiso con
este pueblo antañoso que necesita elementos conceptuales para fortalecer su
proyecto de de vida y el afianzamiento de su cultura. Con un poco más de 20 metros de altura, La Torre
que recordará las
chimeneas que antiguamente soportaban el empuje de sus
habitantes será puesta en el nuevo
parque que hemos diseñado con toda la fuerza de nuestros valores endógenos, proyecto que es apoyado por el alcalde actual Nestor Martinez y su equipo de trabajo, con la Fundación La Tierra como Camino como gestores y aliados estratégicos y el equipo de LATITUD acompañando todo el proceso del diseño urbano.
Pero esta Torre es en realidad una transformación de nuestra vida; vamos a cambiar el pesimismo que sentimos con
más énfasis en los años 80s,
por un optimismo lleno de perspectivas y proyectos enmarcados en nuestra propia
manera de crecer y desarrollarnos; La Torre será
una experiencia de color y textura visual siempre nueva, con la cual podremos sentirnos partícipes de un
nuevo momento de energía para nuestro pueblo.
Boceto de la Torre, primeros meses del 2014.
Sus casi tres mil baldosas
decoradas a mano por el
equipo darán fe de que esto es así.
La Torre tiene como aspecto principalísimo el mostrar cada plato que como ICONO histórico ha
representado el imaginario de nuestras gentes en todos los rincones del mundo.
La Torre tendrá entre las baldosas
mencionadas y a manera de elementos gráficos aleatorios todas las decoraciones
del Carmen hasta hoy, de algún modo La Torre será también parte de nuestro
Museo de la Cerámica, siendo memoria viva de la tradición carmelitana.
Los bocetos iniciales.
Boceto y detalle en acuarela de 300 baldosas
a escala (superficie equivalente
a 12 metros en vertical
x cinco metros en horizontal).
Detalles de las ocho zonas de color.
Las baldosas ya decoradas en la técnica de bajo esmalte.
El bajo esmalte es la técnica mas fresca y mas natural del mundo cerámico, (yo le llamo la acuarela de la cerámica); sobre una superficie blanca con una porosidad entre 8 y 10% el color que es mezclado con arcilla, fundente y agua se expresa con una libertad absoluta sobre esa superficie que esta ávida de ser tocada, es realmente un papel en blanco dispuesto a recibir una emoción...un dibujo muy suelto y rápido o una verdadera pintura.
No permite retoques, ni cargas de pintura, es sutil y muy expresivo.
Para comenzar el trabajo debíamos tener una paleta muy precisa
y unos limites conceptuales para cada color,
por supuesto que cada uno era libre de hacer lo que deseara,
pero los limites servirían para encontrar el tono preciso,
la armonía y los ritmos expresivos de las superficies de color
que finalmente ocuparan hasta 24 metros cuadrados por cada lado de la Torre,
un poco mas de 2750 baldosas.
El equipo de trabajo estuvo conformado por Maryori Ruiz, Eliana Moreno,
Eugenia Florez y Maria Patricia Córdoba (mi esposa).
Maryori y Eliana trabajando.
Algunas lineas son muy delgadas y precisas.
Patricia y Eugenia trabajando.
Las baldosas blancas, hechas especialmente
La visita de Luz Marina, nuestro angel guardian en el COLORIFICIO.
Aunque poco, hubo tiempo para el descanso.
La campana de esmaltado.
Sin Marta y el equipo del laboratorio
no hubiésemos podido realizar esta aventura,
El Horno continuo,
donde una baldosa esta lista en 45 minutos...
donde una baldosa esta lista en 45 minutos...
como un milagro,
después de subir a 1100 grados centigrados.
Las baldosas saliendo del horno.
Las baldosas empacadas.
Esta escultura urbana será símbolo del pasado, del presente y del futuro, ella nos ayudara e expandir nuestra experiencia cultural con toda la fuerza, sin ningún tipo de límite, sintiéndonos gestores de un proyecto universal.