lunes, 27 de julio de 2020

Primera Quema en IGNATIUS.




26 de junio del año 2020.


Como lo prometí comparto una serie de fotografías referentes
 al diseño, a las búsquedas de forma 
y funcionamiento del posible horno.




Dibujo realizado en  enero del 2019 que define 
el momento preciso de comenzar a pensar el horno.






Otros bocetos y referentes.


A continuación comparto los dibujos finales de IGNATIUS, 
que se basaron fundamentalmente en los adobes y arcos
 que tenia procedentes de la tradición carmelitana.











Esquema de recorrido del fuego, altura de chimenea y otros.



La Quema:

Asistieron: Tati, cuidadora de Arturo y jefe de restaurante, María y Estefany fotógrafas, Amelia y  Santiago los papas de  Arturo, nuestro nieto, Eugenia la directora de preguntas, Juan David y  Giovanni los horneros principales,  Daniel quien ese día vino a desearnos suerte y yo mismo con mi imaginario desbordado.





El grupo poniendo los engobes y los esmaltes.




La quema fue planeada para 1.050 grados centígrados. La temperatura se eligió con varios propósitos: mirar el comportamiento de los materiales elegidos, incluyendo los materiales de pega, observación de las dilataciones del horno (el horno todavía no tenía seguridades, como abrazaderas con perfiles de hierro) y sobre todo hacer un seguimiento de las exigencias del horno a nivel de combustible (madera), gasto total, velocidades de entrega de la madera, comportamiento de los agujeros para aires adicionales, mirillas, entre otros.



La quema comienza a las 10 horas y 50 minutos de la mañana.

La carga es variada, algunos objetos a bizcochar con arcillas diversas, entre ellas algunas  de la Reserva, otros para monococcion, engobes de arcillas naturales y coloreadas, esmaltes de óxido de cobre y de hierro con colemanita y frita alcalina, para verificar especialmente el tipo de atmósfera del horno.





Cerrando el horno con adobes y cemento arcilloso refractario.




El horno se ha encendido.


Una bitácora aproximada de la quema seria la siguiente:



Cierre de puerta.



Adobes numerados para reutilizar.



Arturo que no quiere perderse la inauguración,
 feliz con la abuela.



Juan David tirando hacha.



Hora del primer  cafè.



Giovanni que hace  el primer turno de hornero.



Revisando temperatura y salida del fuego.

1.      Un aire adicional muy importante es la puerta habilitada para las cenizas en la parte baja frontal (fogón). Esto funcionó muy bien durante casi toda la quema, dejándola entreabierta.

2.      A los 100 º comenzamos a poner maderas de grueso mediano, (6 a 8 cms de diámetro) una cada 10 o 15 minutos con damper muy cerrado.

3.      A 270 º comenzamos a poner leña cada 8 minutos, un palo o dos de pino seco.

En 400 º la pusimos cada 6 minutos. Eran  las 3:51 minutos, íbamos lento, sin acosar el horno, sabiendo que el en sí mismo estaba fresco y seria su primer quema.

En 535 º se abre el damper a 1/3. A las  4.29 pm en 600 grados  fuimos más rápido, intentando propiciar un ritmo  más eficaz.



La puerta de la cámara de fuego. 




Pasamos los 700º.




Una mirilla en quema semi reductora.



4.      en 600 º ponemos cada 5 minutos 4 palos entre medianos y grandes (10 a 12 cms de diámetro).

En 730º se cerró la puerta del cenizario y se abre damper a ½. 

En 850º c. abrimos damper a ¾. Estamos poniendo madera de acacia seca
 a razón de 4 palos gruesos cada 4 minutos.

5.      En 880 º c. hay una diferencia de la temperatura entre arriba y abajo de 80º.
6.      En 930º c. 4 palos de acacia cada 3 minutos.



El turno de la noche.


El horno con sus piezas después de la quema.



7.      El horno llega a 1.050 º c. a las 8:50 pm. La Quema dura 9 horas.


La leña consumida fue pino ciprés  al comienzo y Acacia seca al final de la quema. Calculo que se consumieron alrededor de 1.2 metros cúbicos de madera seca, cortada con hacha para que la fibra propicie una llama ágil y  sin dificultad.




Algunas piezas de la quema.






El carriquí llegó a celebrar en la mañana.



Reserva Natural Providencia, Guatape, Antioquia, Colombia.

27 de julio del año 2020.








domingo, 12 de julio de 2020

Self -ie - Portrait . Julio




Ahora en julio comenzamos los talleres de creación
alrededor del problema:

Cual problema?

Hacerse un autorretrato.

Autorretratos a partir de la costumbre ya habitual 
de hacerse a uno mismo una foto con el celular 
y luego enviarla por las redes sociales.

Habito o vicio que yo no poseo, pero que en el año 2016 me hizo pensar en ello
 y decidí  hacer lo que he compartido.





Una Self ie… un reconocernos, un pedir permiso, instalarse, pedir auxilio, consolarse, pensarse, imaginarse…sentirse más, no sentirse menos por fin,…

Una acción desesperada, generosa, ambiciosa, actitud de dolor, de tedio, de hastío, de orgullo…un autorretrato que no se piensa quizás o que se piensa demasiado, que se planea… me visto, me desvisto, me “trucco”, me evado, me pierdo,…puedo ser yo mismo, por fin el asombro de otros, por fin la perplejidad…y cuando será que puedo ser reconocido, admirado…

Pero es muy fácil, es pan comido dirían algunos…y si no es una foto y si me pienso de otra forma, no me he mirado lo suficiente para conocerme, no he realizado estudios de mí mismo, lo cual sería obvio.
Para poder pensar en las imágenes del mundo no sería lógico comenzar por uno mismo?  Yo estoy aquí conmigo, no me puedo extraviar de mí mismo, duermo con mi cara, me levanto con mi cuerpo, no puedo evadirme,

soy la imagen primera de mi experiencia vital.




Yo viajo conmigo, así se piensa la Self ie: me muestro en espacios diversos, cambio de imagen, mi perfil es uno un día y luego otro. Soy creativo, puedo ser uno que imagino y otro y otro más y aun puedo perderme en otro que yo mismo puedo no conocer.
Pero yo habito espacios diversos y esta es una variable contundente, la luz, el clima, el paisaje, el encuadre, el programa de la cámara, todo cambia…todo es mutante y yo mismo me pierdo, esto es parte del problema…

Entonces:

Asumí realizar un autorretrato cada día
para resolver el problema.









Y me di cuenta que era distinto cada día, que me veía rojo, azul…   que era árbol, tigre o nube, más pequeño a veces, a veces silencioso, gris, claro, profundo, insondable, oscuro, tierno o uno que no conocía de pronto.














Un día grafito, otro acuarela  o tierras, matizado, en lineas o manchas,
fluido, pesado, etéreo…aquí y ahora, pasado, futuro o allí o más allá, diverso, múltiple, dual…












En el espejo, en el vidrio, en la vitrina del aeropuerto, en la piedra ancestral;  de memoria, imaginándome más gordo, más flaco, en el taller de Cezanne, en el de Morandi,  en la piel de Egon o en el mundo de Picasso.























mi oreja izquierda.


No sé si lo logré, pero  estoy seguro del disfrute,
 aunque fue realmente difícil,
 pues mis métodos buscaron más allá del celular.



En la Reserva Natural Providencia, Guatape, julio 12 del año 2020.