martes, 3 de enero de 2023

Cuadros para una exposición.



               Cuadros para una exposición es un mural realizado bajo la tradición mas pura 

del azul cobalto. Asumir esta técnica para un mural realizado en el siglo XXI es viajar en el tiempo, pero también propiciar una mirada a ese lenguaje desde el pensamiento moderno.  

Yo diría que esta técnica esta  aun por explorarse en  muchas de sus posibilidades expresivas.



Acuarela de ventana arrodillada tradicional 
transformada a la experiencia carmelitana.
Primer boceto para el Hotel, realizado en el año 2020.


Hace un par de años comencé un trabajo que definitivamente se convirtió en una aventura. Cada lugar de aquel edificio, el cual ya había sido construido se fue convirtiendo en una lectura pausada y emocionante de lo que hemos llamado la  ESTETICA URBANA para El Carmen de Viboral, pero en este caso asumiendo los espacios desde el interior y hacia el mundo exterior. Si, aquel edificio que se fue convirtiendo en un libro abierto de la cultura carmelitana fue conquistando los territorios endógenos de nuestra tierra y nuestra cultura. 

La familia Giraldo - Gómez,  una familia de tradición  carmelitana me pidió el favor de diseñar los elementos fundacionales de un proyecto  hotelero para El Carmen de Viboral. El nombre inicial sonaba un tanto ingenuo, El Alfarero, pero de allí surgió la idea final que nos transportó de pronto al mundo de los alfares. Un Alfar o un Alfahar (palabra original en árabe) es aquel lugar donde se trabaja la arcilla.


                                                 

                                                      Boceto en tinta en libreta de dibujos.


El hotel, el cual es necesario visitar, tiene en cada habitación la presentación  de  una de las 62 decoraciones de la tradición carmelitana seleccionadas: sobre el piso, en mosaicos; sobre las paredes y en sus ventanas con azulejos decorados. En fin  todos los pisos de corredores, restaurantes o espacios de terraza  son ornamentados con aparejos de arcillas diversas, piedra de la tradición prehispánica y colonial y mosaicos de sublime belleza realizados por  talleres de gran prestigio.



Mujer decorando, boceto.

En el Hotel  Alfahar pude demostrar que esa estética propia tiene valores que podrían  salvar nuestro espacio urbano de esa manera  salvaje de construir edificios sin sentido de pertenencia o sin norte propio. Poner un pañete o pintar con un limo precioso son elementos esenciales de esta experiencia que nos transporta tanto al pasado fundacional, como a  la arquitectura del futuro.

Pero no me detendré mas a contar sobre cada detalle de aquel lugar amoroso y vital que nos muestra con profundo amor que la tradición cerámica  carmelitana es una fuerza local y universal. 

 

                                         

                                                          Ventana arrodillada con azulejos.

Cada ventana de cada habitación tiene una 

decoración diferente.

                                                          

Deseo contar que a manera de colofón hicimos un gran mural, el primer mural de azulejos que se ha hecho en El  Carmen de Viboral apoyado en la tradición del bajo esmalte y el azul cobalto.

La familia quiso que en el hall de entrada del hotel yo pudiese realizar la idea inicial que apareció en los primeros meses del proceso.



Boceto de mujer tinajera.




Grupo de jarras, boceto para mural.





Boceto para las baldosas de 10 x 10 correspondientes a 
los  4 elementos.




Autorretrato con vasija.




Boceto de baldosas en 10 x 10 centímetros.




Boceto en 20 x 20 centímetros.

Este mural tiene tres módulos a manera de puertas en arco, cada una de las cuales esta dividida en cuadros que  recuerdan la vida de los alfares del mundo y la relación de los alfareros con su entorno, con la tierra.


Aquí trabajando con el pincel, sobre la crayola 

en azul cobalto, cuya apariencia ahora es lila.



Boceto para mural, libreta de dibujos.




Aquí Tati, mi esposa y Eugenia ordenando el trabajo sobre los paneles, antes del 
esmaltado y la quema final.




Cada grupo de baldosas, en este caso 4 de ellas, son dibujadas rápidamente con grafito suave,
 luego, el dibujo es definido y vivenciado desde la crayola que aporta 
una línea gestual y matèrica, luego llega el color acuoso con pincel, esponja u otro. 






El color azul cobalto aparece mágicamente 
después del fuego.







El mural se realizó en los talleres Renacer y Vivoral
en el Carmen de Viboral.
Allí, el equipo de las decoradoras intervino cada baldosa con 
alguna decoración tradicional. 
Algunos cuadros (baldosas individuales) son diseños aleatorios
 de formas que fui creando y que en el futuro pueden 
enriquecer la cultura carmelitana. 




Detalle de botella dibujada en crayola y decorada por 
Angela, maestra experta en la decoración Viboral.






Decoraciones espontaneas realizadas por Tati, mi esposa,
 sobre una escena de un  cuadro.




Detalle de paisaje Carmelitano.



Escena todavía sin quemarse, de una de las fabricas en la Vereda de la Chapa
(escena imaginada del pasado Carmelitano)




Detalle de escena de transporte de tinajas a través de  un rio colombiano.




En el mural hay escenas de pueblos alfareros del mundo, recordando especialmente 
a la Chamba  y Juana Sanchez ambas en las riberas del rio magdalena. Luego, pequeños dibujos salidos 
de las libretas personales, diseños de formas nuevas decoradas como lo hemos compartido 
por las decoradoras de Renacer y Vivoral, baldosas que representan los elementos,
  escenas de trabajo y las palabras del mundo de los alfahares, sus objetos...tinaja, olla, botella,
 cayana, entre otros.




Tati visualizando sobre el bastidor uno de los arcos.




Definiendo detalles antes de esmaltar.




Detalle del mural ya instalado.




Aquí, escena de una decoradora trabajando sobre una torneta y representaciones 
de aire, tierra, fuego y agua.




El maestro Andrés en el montaje de los azulejos.


CUADROS DE UNA EXPOSICION DEL COMPOSITOR RUSO MUSORGSKI HA MOTIVADO LA ESTRUCTURA COMPOSITIVA DE ESTA OBRA REALIZADA EN EL BAJO ESMALTE CARMELITANO. LA OBRA SELECCIONADA EN CUADROS DE PEQUEÑO FORMATO PROCURA QUE EL OBSERVADOR ENTRE EN EL MUNDO DE LOS ALFARES UNIVERSALES. EL SER HUMANO EN TODOS LOS TIEMPOS Y EN TODAS LAS CULTURAS HA TRABAJADO CON EL BARRO, MATERIA VIVA, QUE REFLEJA NUESTRO ESPÌRITU DE MODO SUBLIME. LA ICONOGRAFIA CARMELITANA SE EXPRESA AQUI DE MODO PARTICULAR EN LA TRADICION AZUL COBALTO. 




El muro vacío.



El muro colonizado por una idea hecha realidad.



Colaboración especial de las maestras:

Maria Patricia Córdoba Jaramillo

Eugenia Florez Correa. 


Agradecimientos especial a los Talleres Renacer y Vivoral, 

a su equipo de decoradoras y decoradores, esmaltadoras y esmaltadores,

 a los horneros, a la familia Zuluaga siempre dispuesta, 

a Estefany  Marín por su bitácora fotográfica

 y a Leidy Ospina, una alumna que ya es una maestra de referencia.