UNA ICONOGRAFIA COLOMBIANA.
Me he
permitido hacer aquí un acercamiento personal al tema de la DECORACIÓN CARMELITANA, basado en
mi experiencia de casi treinta años habitando estas tierras y trabajando en un
tema que me apasiona todo, la cerámica.
Taller de Samuel Pareja.
La iconografía es el desarrollo de la imagen a través de la historia y de nuestra experiencia cultural con la cerámica. El Carmen inició su proceso emulando lo que se estaba realizando en la empresa Corona de Caldas Antioquia, pero muy pronto las limitaciones tecnológicas, la falta de materias primas y herramientas adecuadas, obligaron aquí a esos pequeños talleres a plantearse un camino diferente al de aquella gran empresa que ya se perfilaba como un paradigma de la industria Colombiana.
El Carmen era distinto, pues las familias eran de origen netamente campesino[1], es decir, que hacia la década de 1930 la cerámica que se producía en pequeños talleres, era todavía incipiente y vino a consolidarse plenamente sólo en la siguiente década. Para el año 1947 se pueden identificar 14 empresas de cerámica en el municipio –y por supuesto-, la cerámica de El Carmen seguía supeditada a los avances que hiciera el proyecto de Caldas[2], y es evidente esta situación cuando comparamos las formas desarrolladas en El Carmen, copias de piezas llegadas desde allí o en su defecto de piezas traídas de otros lugares. En este caso, podemos observar las fotografías de las piezas desarrolladas en la Escuela Nacional de Cerámica que muestran formas copiadas de porcelanas francesas e inglesas -entre otras-, porque en medio de esa transformación, no llegaron creadores de formas, no hubo expertos en el torno de alfarero y no hubo artistas creadores de piezas nuevas hasta muy avanzado el siglo XX.
Unos años antes, en 1942 esta reseñada la visita de uno de los artistas más importantes del siglo XX, el maestro Jorge Oteiza, visita de la cual no se tiene ningún documento escrito – memoria de sus recomendaciones por ejemplo -, pero que seguramente fue definitiva para consolidar algunos de los procesos, el mejoramiento de los hornos, entre otros aspectos.
Cuenta además Don Bernardo Betancur, ceramista de gran experiencia en nuestro municipio, que él conoció a Humberto Nims, modelador que enseño a forjar los platos de forma invertida o al chileno Arturo Sepúlveda, también modelador, pero no hay evidencias de piezas creadas por ellos. Estuvo activo además Rafael Ángel Betancur, hijo de don Bernardino- empresario en la cerámica de gran tradición – pero de él se tiene referencia como técnico y aunque algunas veces decoraba - había estudiado en Bellas Artes- lo hacía a la manera de las Bellas Artes. De igual forma, estuvo por aquí Don Fructuoso del Rio, de quien nos cuenta Amparo Arias, –decoradora de tradición- que les enseñó a hacer Heliconias, decoración que tal parece no cuajo en la experiencia que nos ha mostrado el tiempo.
[1]
Betancur, Francisco Arnoldo. El Carmen de Viboral, Una Historia Local 1850-1950.
Ed por el autor. El Carmen de Viboral, 1993.
[2]
Idem.
Probable El Triunfo (ya desaparecida).
Probable El Dorado (actual).
Probable El Dorado (actual).
En el caso de la decoración el
asunto fue diferente, ya que la dificultad creó nuevas oportunidades. Al no
poder acceder a nuevos desarrollos
tecnológicos con facilidad o quizás también en la búsqueda sencilla de afianzar
el proceso en algo más concreto. Consuelo Arias, la decoradora tradicional más creativa que he conocido, cuenta que ella
trabajó con calcomanías, utilizó los
sellos o incluso llegó a listear con oro y trementina, entre otros
procedimientos, y que la decoración A MANO comenzó a tomar una fuerza
inesperada…la fuerza de lo HECHO A MANO. Esto fortaleció sin duda nuestra
manera de ser y mientras la empresa de
caldas buscaba producir más cantidad y dar prioridad a procesos protagonizados
por la máquina - El desvanecido hecho
con aspersión o la calcomanía que tenía necesidad de una tercera cocción y una
atmosfera muy limpia y oxidante- los
proyectos de El Carmen se afianzaban en tener valor agregado en sus productos
derivado de la capacidad de sus mujeres en la decoración a mano.
Fue en la década de 1960 cuando Cerámicas
Continental se arriesgó a traer unos
decoradores que venían del sur del país – Un grupo de artesanos[3],
nos contaron de ellos: Chelino, Guillermo Noreña, El bello Antonio, Ovidio
Tobón, Jorge –no recuerdan su apellido-, Ever de la Cruz, Enrique Cerón y los locales Luis Quintero y Carlos Henao -todavía
hoy con nosotros-, además de una
mujer, Adíela, que parece venía del Eje Cafetero y fue quien se quedó haciendo
las veces de maestra, después de la
partida de los decoradores. Ellos nos cuentan que exigían
mucho, los trataban como reyes y los llevaban a almorzar al pueblo. Su historia nos dice que ellos llegaron a
decorar y a enseñar, su primera alumna
fue Carmelina, quien es recordada por la decoración que lleva su nombre.
Y es en esta experiencia que surgen algunos de los elementos gráficos
conceptuales que nos acompañan hasta hoy:
Lo primero que habría que decir
es que la loza del Carmen es blanca. La
razón es simple, nuestras arcillas son
refractarias, silíceas o calcáreas y
siempre blancas, pero además tenemos vecinos que tiene arcillas claras también:
La Unión con su caolín – materia prima fundamental de la porcelana – y en general todo el Valle de San Nicolás
cargado de esas arcillas grises que hemos llamado Rio negro o Sofía. Hoy esta
situación es realmente un valor, pero
debemos saber que la Loza puede tener otro color.
La Flora de Flor, Renacer.
Florelba Tupida,Renacer (reciente)
Aleli codificada, La Continental.
En segundo lugar, El Carmen
decidió utilizar pinceladas directas, cuya forma expresa con fluidez la manera en que entra el pincel a la
superficie del objeto, cómo se desarrolla y cómo sale de ella. Este aspecto es
muy importante, pues No hay lugar al ERROR, es decir todos los aspectos del
procedimiento son visibles y esto es maravilloso. Quizá al comienzo se hizo
mucho énfasis en las esponjas –que se cortaban sabiamente y se tomaban
directamente con la mano- y por esta razón al tomar el pincel hoy, optamos por no detenernos mucho en la
superficie como si tuviésemos una esponja en nuestras manos - El bajo esmalte es susceptible de diluirse,
aclararse, permite superposición de colores, hacer veladuras, pero estas técnicas no se han utilizado hasta
hoy o solo de modo experimental y artístico.
Otro aspecto fundamental es el hecho de que la
mayoría de los diseños, con excepción de unos pocos – Florelba y alhelí antiguo- están basados en la
estructura misma de la circunferencia, esto
quiere decir que todos los diseños están construidos radialmente, alrededor del
centro. Podríamos recordar algunas como Saúl,
Carmelina, Mayoral y Viboral,
entre las tradicionales y más
adelante Agua marina, Valeriana, Verano y Concepción, entre otras. Y es muy importante aclarar aquí que
en estos casos, Aleli y Florelba, la fuente de inspiración se dio desde agentes
externos – Florelba sobre un diseño o plato traído de fuera, parece ser que, por los mismos decoradores del sur e interpretado aquí por Florelba y Aleli diseñado por María
Victoria Abecasis y Olga Ligia Betancur
en Cerámicas Continental a partir de un plato traído de Turquía e interpretado por Consuelo Arias –
finalmente los hemos asimilado y los
hemos hecho nuestros.
De otro lado está la manera
particular de realizar las decoraciones – hablamos del aspecto procedimental –
y en este sentido debemos destacar el
manejo de la esponja y la construcción de pinceles con pelo humano, tecnologías
que fueron adaptadas a partir de la dificultad.
Con el tiempo debimos hacer un
esfuerzo para ampliar los parámetros conceptuales y enriquecer
el mundo expresivo de nuestra decoración, entonces exploramos otras
posibilidades en el plano; intentamos
salirnos del centro, poner pocos elementos, descentrar, distribuir de modo
diferente, utilizamos superposición, hicimos decoraciones aleatorias, pusimos
elementos centrales muy simplificados o recurrimos a realizar composiciones
repetidas de acuerdo al formato o tamaño del plato.
En El Carmen no han existido referentes como la figura humana, ni los
animales. Se construyó un mundo vegetal
y aunque hemos hecho algunas experiencias de peces – marinera se hizo a partir
de la técnica de apoyar la esponja sobre el plano (ver Saúl, por ejemplo)- la
búsqueda ha estado cifrada en las flores, en sus hojas y en una especie de
alfabeto de signos que se pueden resumir en el lenguaje artístico como puntos,
líneas o planos que acompañan. De igual modo exploramos el volumen a comienzos
de los años 90s, con una decoración llamada Del Huerto, en ella y por ella nos
dimos cuenta que el mundo de las
decoradoras estaba supeditado al plano construido por pinceladas que constituían
formas, flores, hojas o similares y que la posibilidad de expresar el volumen o
formas que lo comprometían era muy escasa, sin embargo, la decoración se logró con gran esfuerzo y fue realmente un éxito – más tarde
sus colores cambiaron para detrimento de ella misma y sus ventas cayeron.
Del Huerto, decoración original realizada en la desaparecida Cerámicas Continental
Del Huerto, decoración original realizada en la desaparecida Cerámicas Continental
Maíz, La Continental (años 90s).
Renacimiento (primeros años siglo XXI)
Una forma nueva y una forma tradicional, Renacer.
El plano se expandió en los años 90s o mejor lo que había sido solo listeo, ahora se convirtió en plano listeado, así pudimos crear decoraciones como Verano, por ejemplo o Maíz o Carmen, haciendo énfasis en el color de fondo, que antes había sido solo blanco; aunque hay una excepción muy particular y es la decoración llamada Antigua o Babaría, donde el plato casi completamente saturado y con un diseño en cruz se expresa como un jardín con flores.
De otro lado ha habido
intervenciones foráneas muy interesantes, que también se han adaptado al
lenguaje, es el caso de Florelba Tupida,
realizada por una diseñadora de Medellín para acceder a un producto A LA MANERA CARMEN, pero con un
toque de modernidad. Esta decoración repite unos elementos de forma aleatoria y los sitúa en el plano con un orden saturado.
Esto y mucho más hemos explorado
en estos ya más de 25 años. Pero para ello tuvimos que capacitar a las
decoradoras, así que comencé aprendiendo de ellas, Consuelo, Flor, Amparo
y Berenice fueron mis primeras maestras y con ellas comenzamos
a encontrar nuevos caminos sin perder LA MANERA DE HACER COMO NOSOTROS. Fue en Cerámicas Continental cuando comenzamos las capacitaciones de forma sistemática, en aquella época -años 90s- capacitamos alrededor de 200 mujeres, pesando que podíamos salvar aquella empresa emblemática, pero esa es otra historia.
Hace un par de años aceptamos con
dificultad la puesta en marcha de Cerámicas Rampini (cerámica tipo mayólica en
sobre esmalte con decoración empapada en la experiencia del Renacimiento),
entonces, el acuerdo inicial fue respetarnos y así lo hemos hecho, sin
embargo su llegada fue para mí una oportunidad, pues llevaba muchos años
insistiendo en que era posible llegar más lejos y creo que lo estamos logrando.
De esta manera el problema de capacitar mujeres para lograr el nivel esperado
por Rampini, nos abrió las puertas de otros mundos, tuvimos que diseñar una
capacitación especial con elementos conceptuales extraídos del diseño
Industrial, de las Artes Aplicadas y por supuesto de la experiencia misma del Carmen,
pues este nuevo reto, aunado a las dificultades develadas en años anteriores,
nos exigía mucho más. En estos últimos cuatro años hemos capacitado a casi
cuarenta mujeres con niveles nunca imaginados, algunas de ellas maestras de la tradición, otras que jamás habían tocado
un pincel. Con estas herramientas, decoradoras de tradición como Flor Quintero se
han atrevido a diseñar nuevas decoraciones con gran éxito (La Flora Y Rosa por
ejemplo), e incluso decoradoras formadas recientemente lo han hecho también, es
el caso de Sandra Vargas con una decoración de gran belleza y valor.
Con las nuevas oportunidades y
con el nivel actual de nuestras mujeres- hay además un hombre decorando con
gran éxito, llamado David - En el año
2014, comenzamos un proyecto nuevo llamado Cerámica Nacional (su nombre cambio posteriormente a Vivoral Ceramica) basado en tres
aspectos:
1. TENDENCIA CARMEN: La decoración tipo Carmen (pero muy expandida y
moderna).
2. MEMORIA CULTURAL: Una
adaptación de la gráfica de nuestras etnias actuales y el universo precolombino a nuestra cerámica y por último.
3.VISIÓN CONTEMPORANEA: Una experiencia
posmoderna, en la cual hemos desarrollado decoraciones como Mondrian y Colombia, entre otras, que nos invitan a
encontrar otras maneras de expresarnos en este medio. Para este proyecto tuve
la invaluable ayuda de Eugenia Flórez quien se ha convertido en una capacitadora
experta, ella viene de la experiencia que tuvimos para Rampini y ahora, igual que otras excelentes artesanas, ha tomado su propio vuelo.
De la Abuela, Tendencia Carmen,
Cerámica Nacional
Mondrian, La Nacional.
Pueblo Cubeo.
Proyecto de Memoria Cultural
Cerámica Nacional
Debo decir por último que toda mi apuesta
personal ha sido respetar, conservar y enriquecer un lenguaje propio llamado
DECORACIÓN CARMELITANA. Ya no sé cuántas decoraciones he diseñado desde
Cerámicas El Capiro, cuando apenas comenzaba la década de los 90s (una de ellas
todavía se realiza, la Ocre), pero sé muy bien que mi búsqueda aquí, más allá de mi lenguaje personal como
artista, ha buscado fortalecerla a ella
y respetarla a ella. Hicimos en mi
taller (mi esposa y yo) piezas únicas en
bajo esmalte, durante 10 años – cada
pieza era un diseño nuevo en decoración,
que no se repetía, siempre y cuando no
fuese serie o vajilla -
realizamos además más de 100
nuevos modelos de objetos con la ayuda invaluable de Bernardo Betancur, de otro
lado implementamos la labor del torno de alfarero y allí fueron
convidados, aprendieron y nos
fortalecieron Nelson Zuluaga Londoño y
Maryori Ruiz. Aquí en casa, seguimos haciendo bajo esmalte, no solo no nos
cansamos de esa manera de hacer ACUARELA -yo le llamo al bajo esmalte la acuarela de la cerámica-, sino que además descubrimos día a día
nuevas oportunidades creativas.
El Carmen es UNA MANERA DE SER que yo invito a
respetar.
La
denominación de origen
que hemos recibido es solo una OPORTUNIDAD que si no la sabemos implementar y
valorar será motivo de frustraciones.
Creo que es importante ampliar
nuestras posibilidades expresivas, pero El Carmen debe seguir siendo El Carmen,
porque es nuestra marca y para conseguirla
nos hemos demorado más de 100 años.
José Ignacio Vélez Puerta. Febrero de 2015.
Fotografías Maestro Alberto Londoño y
Catalina Londoño Carder
Catalina Londoño Carder