Los árboles han comenzado a crecer de nuestro imaginario a través de nuestras manos, presionando el barro, superponiéndolo, tocándolo suavemente, encontrando el ritmo. Nuestro cuerpo participa activamente de aquellas horas, nuestra mente se envuelve en una atmósfera nueva, los árboles han comenzado a ocupar el espacio, pero además, han comenzado a ocupar un espacio en nuestras vidas. Poco a poco han ido creciendo, hora tras hora y poco a poco he tenido la certeza de que aquel sueño que tuve puede ser una realidad.
Siento hoy una profunda emoción, pero hay una sensación que no puedo dejar pasar; la invaluable experiencia de estar reunidos allí, trabajando tan concentrados con aquella sincronía; quizás el solo hecho de vivir aquellos momentos sea ya razón suficiente para que este proyecto tenga sentido.
Los árboles imaginados han comenzado a crecer en medio del mundo, en la Vereda La Chapa de El Carmen de Viboral y nosotros estamos felices de acompañarles.
Vereda el Cerro, El Carmen de Viboral, 14 de abril del año 2013
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