Continuamos con los diálogos...
Pero Profe, usted que
le va a meter a eso por dentro para que no se le caigan? Esa es una excelente pregunta, es un asunto de
desfase histórico, de incongruencia hacia
el manejo que se le da al barro dentro
de los procesos académicos habituales en la escultura…el barro puede soportarse
a si mismo incluso cuando el vacío es
pleno, es decir con espesores de paredes muy escasos, quizás un
centímetro o uno y medio cuanto más;
hablo en este caso de espesores para piezas de gran tamaño, porque la arcilla o el barro puede
ser incluso de espesores milimétricos, recordemos el caso de la porcelana.
Eso quiere decir que esos árboles tendrán
espesores de un centímetro? Si y
debe ser así siempre, es decir en toda
la forma. Un proceso así es limpio, es honesto, no hay trampas hacia el
material, ni hacia el fuego, hay una
BATALLA fuerte entre las partes (el material y el hombre), uno simplemente
trata de no equivocarse, pues si esto ocurre estamos perdidos, pero es el fuego
quien dice la última palabra.
Entonces usted en que trabaja profe?
…risas… Yo trabajo en esto que estoy haciendo,
realizar estos árboles es parte
de mi trabajo, o quizás te parece que esto no es un trabajo…?
Pero digamos que a usted le resulta un trabajo, entonces se va de aquí?
La verdad es que todo lo que hago es parte
de mi trabajo, cuando uno siente que tiene algo que hacer, uno no se puede sustraer a él, debe hacerlo, es una obligación
hacerlo; ahora bien, tú me preguntas en realidad, como me gano la vida? Pues te diré que así me he ganado la vida
siempre, con el trabajo creativo, con el arte,
ese es mi proyecto de vida y
nunca he podido tener otro trabajo, porque en mi caso, yo tendría que ser otro.
Que arboles son?
Son árboles imaginados a partir de la forma misma de los arboles; yo amo los
arboles, yo siembro arboles, cuido arboles, los dibujo con asiduidad, pienso
que en ellos hay claves sobre la forma, cuando encuentro un árbol con una
fuerza especial, (que son muchos), hago
reflexiones sobre la forma, sobre
la anatomía de los cuerpos, cada árbol tiene su propio ritmo, sus cuerpos nos
hablan de estados de ánimo, de historias, de la
memoria de los tiempos; no puedo dejar de pensar en Henry Moore quien
tenía como compañía en su taller, huesos, raíces, piedras, y caracoles, entre otros. Yo he
aprendido esa lección, yo aprendo de la
naturaleza y tendría con gusto arboles enteros en mi taller, me gusta
trabajar entre los árboles, de
hecho estoy sembrando en los
alrededores de mi nuevo taller para que ellos sean mi
compañía de trabajo. Un árbol es un
cuerpo vital lleno de posibilidades formales, estos doce árboles son un resumen
de lo posible, en este caso, cada árbol se desarrolla como cuerpo multidimensional y cada cuerpo me lleva a infinitas experiencias formales como torsos, piernas, caderas, músculos, formaciones óseas, vertebras, brazos, miembros, cuellos, en fin, luego el árbol se expande ampliando el espacio, como buscando impactarlo con más fuerza; ahora es más que árbol, es hombre, es animal, es cosmos, es fuerza de vida y cada pequeña curva, cada ritmo, su piel, su corteza, su materia nos dan más razones para existir, pero es verdad que cada árbol es un ser que te confronta.
Estos árboles sin hojas- solo cuerpos- están vivos aun, se resisten a morir y claramente no pueden ser TALADOS.
Mirar los arboles desde abajo es mi objetivo, así que no pueden ser pequeños, esto sería otro proyecto, en este caso los arboles son mayores que tú, son más que tú, superan la escala humana, pero además plantean en sí mismos una escala nueva para el medio cerámico, casi de reverencia, que de algún modo es mi propósito, mirar los arboles con absoluto respeto…quizás con este proyecto pueda decir más de la importancia del árbol que en múltiples tratados de botánica. La idea es que el grupo plantee un espacio impactado como lo hace un bosque, tú caminas entre ellos, das vueltas y te invade su presencia, cada uno te expresa múltiples experiencias que van más allá de lo habitual…tú sientes que es verdad que un árbol es grandioso y puedes captar la máxima importancia de los bosques.
No pensaste Jose en hacerlos de otro material, de madera o hierro, por ejemplo? El que sean medio cerámico es absolutamente prioritario; los arboles no serian lo mismo de un material distinto… la fragilidad de la cerámica nos habla de la fragilidad del árbol como habitante INDEFENSO del planeta. En realidad esa fragilidad expresa la delicadeza de los bosques y en general el peligro que corren todos los ecosistemas.
Cada 2 segundos es talada una hectárea en el planeta,
en Colombia la deforestación alcanza una hectárea por minuto, es decir una
superficie equivalente al embalse de Guatapé cada Cinco días.
Yo no tengo otra manera de decir: PAREN, PAREN POR FAVOR!
El grupo de trabajo.
Una visita especial.
Se hace difícil dejarles.
En la Vereda El Cerro de El Carmen de
Viboral, junio de 2013,
José Ignacio Vélez Puerta
Que belleza...me sorprendo cada tanto que entro al blog y veo como crecen y crecen...que formas tan bellas, tan sinuosas, tan sensuales...
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