viernes, 15 de mayo de 2015

La Torre Bicentenaria en El Carmen de Viboral, Colombia.




Muchas personas me han preguntado qué significado tiene la Torre y casi siempre debo responder rápidamente esbozando   alguna de las ideas fundamentales que la han hecho realidad.
Voy a tratar entonces de hacer más explícitos sus significados:



Detalle de unos de los primeros bocetos 
del comportamiento del color en  las paredes de la Torre, 2014.


Al igual que los minimalistas expresaban, que su arte no es una expresión de sí mismos, la experiencia creativa- pictórica de la Torre Bicentenaria no es una expresión en ningún caso personal, así como no lo han sido ninguna de las anteriores intervenciones donde he participado en el espacio urbano carmelitano. Mi compromiso fundamental tiene que ver con la historia de un pueblo y sobre todo con la memoria de una cultura cerámica a la que me he propuesto respetar siempre y en la cual continuo trabajando para su evolución.

"He soñado con ampliar el significado de nuestro parque y desde hace muchos años he planteado la idea de ubicar por lo menos un horno (así comenzó la idea) en el marco de la plaza; si lo hubiésemos hecho ya habría un elemento símbolo (ícono) en el parque con el cual podríamos comenzar nuestra idea hoy; no fue así y hoy sigo pensando en la importancia de ubicar algún elemento nuevo en el espacio… una torre bicentenaria en el parque.
Una escultura urbana conmemorativa del bicentenario".

Anotación de cuaderno, año 2013.

"Estoy trabajando en una pieza de veinte metros de altura y esta altura sobrepasará el límite de alturas para el perímetro urbano patrimonial o perímetro histórico (15 metros o cuatro pisos) y tendrá por fin un impacto definitivo para nuestro imaginario, ella se convertirá en el centro conceptual y visual del espacio urbano, alrededor de ella se desarrollará nuestro comportamiento social.  Esta escultura será el centro de nuestro municipio, centro anímico y vivencia de nuestra memoria histórica.

Sitio de encuentro
Sitio de memoria
Sitio de certeza
Sitio de futuro

Ella será nuestra imagen, recordando el pasado, dignificándolo, valorándolo y planteando un futuro lleno de fuerza y carácter que simplemente nos proyecta y nos expande sin inhibiciones”.

Anotación de cuaderno, año 2014.

Estos apartes de textos han sido escritos en el proceso de reflexión que hemos tenido durante los últimos 19 meses, tiempo en el cual no he dejado de pensar en el parque y en su TORRE.
 La palabra “sitio” concebida en el sentido que la usa el reconocido arquitecto argentino Rafael Iglesia.



Detalle de superficie (paredes) con tableta de arcilla
y baldosas de color, 2014


La Torre es una ESCULTURA URBANA, con todo el sentido de modernidad al que se accede desde la no literalidad y desde la sutileza de la forma y el color. Su fin no es albergar los platos, ellos tendrán su lugar preciso para expandir sus significados y enriquecer los valores de su color y de su forma, en ningún caso su objetivo será competir con la Torre de la Iglesia, a la cual le brindara entre otros, acompañamiento y equilibrio espacial.



La Torre, Acuarela realizada  en la vereda El Cerro,  2014.

La Torre es en realidad una transformación de nuestra vida; vamos a cambiar el pesimismo que sentimos con más énfasis en los años 80s y 90s, por un optimismo lleno de perspectivas y proyectos enmarcados en nuestra propia manera de crecer y desarrollarnos; La Torre   será una experiencia de color y textura visual siempre nueva, con la cual podremos sentirnos partícipes de un nuevo momento de energía para nuestro pueblo.
Sus casi tres mil baldosas decoradas a mano en la técnica de bajo esmalte por el equipo darán fe de que esto es así.
La Torre tiene como aspecto principalísimo el mostrar cada plato que como ICONO de la cerámica ha representado el imaginario de nuestras gentes en todos los rincones del mundo. Ellos estarán distribuidos
aleatoriamente entre las baldosas mencionadas a manera de elementos gráficos y serán incluidas las decoraciones más significativas del Carmen hasta hoy, además de otras creadas recientemente en un taller realizado en el Instituto de cultura entonces, de algún modo, La Torre será también parte de nuestro Museo de la Cerámica, siendo memoria viva de la tradición carmelitana.




Cartago, decoración tradicional.


1.    Las primeras ideas:
Tengo en mis cuadernos  innumerables bocetos   de proyectos que he  realizado  para fortalecer la cultura cerámica carmelitana desde el  espacio urbano, entre ellos: los hornos en el parque como esculturas penetrables cumpliendo funciones específicas como oficina de información  turística o  centro de imágenes  de nuestra memoria histórica (con rotación de fotografías de los archivos históricos, videos, documentales  y películas de archivo referentes a nuestra cultura),  además de hornos repartidos en el espacio urbano (en los barrios) a manera de pequeños centros culturales (salas de lectura o música) o algunas ideas de pequeñas torres o esculturas urbanas con elementos de la Arqueología industrial, la escultura de los estuches o  el proyecto urbano (grupo de casas en tierra) o un pequeño horno transportado desde la Chapa para constituirse en su interior como una pequeña galería de imágenes realizadas en bajo esmalte sobre la historia de nuestro pueblo, o la transformación de la fachada de la Iglesia que se nos escapó de las manos cuando ya todo estaba trabajado y se hizo lo que existe hoy, en su momento,  decisión de la curia.
Estos proyectos, entre otros me han hecho fácil el imaginar una idea nueva más madura y creo, más contundente que las demás, anteriormente no hubiese podido hacerla en ningún caso, de un lado porque no hubiese tenido la comprensión de un alcalde como el de hoy y de otro, porque las puertas de CORONA, nunca se me habían abierto de esta manera



  Chimeneas en la Chapa, en peligro de desaparecer.


 2. Las Chimeneas:
Siempre valoré las chimeneas en el espacio urbano, desde mi primera visita al Carmen a finales de los 70s. Ellas cumplían una doble función más allá de la evidente para evacuar el humo (hoy diríamos contaminantes). Una de ellas, como verticales que acompañaban los ritmos de las casas y los pequeños edificios que se iban dibujando longitudinalmente en torno al parque, que a su vez tenía como referente principal la cúpula de la Iglesia y de otro lado la bella relación que se creaba entre ellas y los perfiles de montañas, que en el Carmen deberían ser PATRIMONIO de sus habitantes.
Bien, entonces comencé a dibujar una forma que no fuera chimenea, sino un recuerdo de ellas, Beatriz Moreno me dijo con sabiduría no se puede hablar de chimeneas y Mario Arroyave encontró su nombre preciso: LA TORRE BICENTENARIA.



Boceto enero del 2014

2.    La Torre como elemento funcional en el espacio:
A mí se me quedo en la memoria la necesidad de otros elementos verticales en el espacio urbano, ya no vale la pena lamentarnos por todo lo que hemos perdido por desinterés o decidía de aquellos responsables de tomar decisiones en el pasado, ahora necesitamos llamar la atención para que tengamos un futuro con más conciencia.  La Torre bicentenaria de acuerdo a su posición descentrada sobre el parque y con la misma altura de la cúpula de la Iglesia pone de manifiesto otro momento histórico y la posibilidad de nuevas miradas, mas holísticas, pero siempre respetuosas de los múltiples credos. Ella se convertirá en el verdadero icono carmelitano, pues su génesis tiene que ver con lo que somos, un pueblo con una historia de cerámica reconocida.



Proceso de construcción de la Torre, 
foto tomada a principios de mayo del 2014


3.    Revestimiento:
La Torre esta revestida con más de 2500 baldosas de 20cms x 20 cms,  decoradas en bajo esmalte (ver entrada del blog La Decoración Carmelitana - Una Aventura en Corona, Parte 2) dispuestas bajo una estructura dibujistica que recuerda la naturaleza misma, sus paisajes o  la manera como se nos presenta en sus múltiples elementos.
 La Torre nos brindara una experiencia de color de alto nivel, sus intricadas relaciones de color a través de las baldosas no numeradas, pero si codificadas, nos presentarán un resultado de fácil lectura, porque ella simplemente quiere
acompañarnos todos los días.



Esquema de códigos generales 
para la realización de las baldosas en CORONA.


Cada zona tuvo unas condiciones para
la funcionalidad final en el 
espacio pictórico de la Torre (las paredes)

Pienso que mirarla será siempre una oportunidad nueva de reflexionar sobre lo que somos y sobre lo que soñamos, sobre el color y su magia, magia que estará reforzada por el intercalamiento de platos que más allá de ser nuestra memoria viva (este es un objetivo principalísimo), se constituirán en lo que son, pequeñas joyas que nos expresan la capacidad  expresiva de nuestras mujeres en la realidad cotidiana.






Detalles en  acuarela a escala con 300 baldosas
funcionando de acuerdo al esquema de zonas 
creado para la solución final de la Torre. 



                                      
                                                                                                                               Obra de Barnett  Newman 

4.    Los campos de color:
Es una vivencia real para los artistas nacidos después de los años 40s, la posibilidad de acceder a un lenguaje pictórico a partir de amplia zonas de color y quién de nosotros no ha experimentado sus posibilidades expresivas, el primer impacto decisivo lo tuve con la obra de Piet  Mondrian  y luego muchos otros  como  Kasimir Malevick, Theo Van Doesburg o el mismo Paul Klee, posteriormente aparecen los expresionistas abstractos casi todos norteamericanos, entre los más importantes: el conmovedor  Mark  Rothko, Clyfford Stil, Frank Stella, Keneth Noland u otros menos conocidos como Morris Louis con sus lineas  casi siempre verticales repetidas con insistencia o los paisajes sugestivos de la pintora Fran Kenthaler además de los españoles Jose Guerrero, Modesto Ciruelos rescatado por estos días del olvido y Esteban Vicente con su bellísima y sofisticada pintura.
Entonces debo decir que sin el aporte decisivo de estas experiencias y especialmente de mis acercamientos a la obra pictórica de Barnet Newman, artista neoyorquino no hubiese podido solucionar de manera tan eficaz esta gran pintura tridimensional en el espacio urbano.
Newman   con su trabajo en franjas es uno de los destacadísimos artistas del siglo XX que trabajaron estos campos de color.





Obras de Barnett Newman.


6. Paisaje:
La Torre debe constituirse en un elemento de nuestro paisaje y por ello su color expresa las variables del nuestro, los azules del cielo arriba, aire y agua expresados con sutileza, los diversos tonos de verde al centro, a manera de montañas y bosques, luego los amarillos y rojos que  anuncian la maravilla de  nuestras flores, pero que nos hablan del fuego que hizo posible nuestra alquimia ceramistica  y por último los colores ocres  y marrones que representan la  tierra y  el trabajo de  nuestras manos que interactúan con ella.



Paleta final de colores.


Distribución de zonas de color para las baldosas., 2015.



Plano de distribución de tabletas de arcilla, 2015



Detalle de planos de cartones para el dibujo
final delos elementos orgánicos
que constituirán la estructura de las caras de la Torre.

Los dibujos de las caras a manera de "orden orgánico", se constituyen en la estructura fundamental que le da fuerza y función multidimensional.

La paleta seleccionada surge desde los colores utilizados para el bajo esmalte, colores frescos, acuarelados, limpios y expresivos que hacen posible la decoración magistral de nuestras vajillas.




Boceto de baldosas con platos intercalados, boceto, 2014.

7. Límite de altura: La Torre debe ser un límite de alturas hacia el futuro, nuestro espacio urbano no merece sacrificar las montañas que nos rodean. Hay un Plan maestro escrito que nos dice de:” la prudencia que hace verdaderos sabios”. Las Torres (Iglesia Y Bicentenaria) son referentes de ese límite y nos deben obligar al respeto por el paisaje urbano. El Carmen es un pueblo (pronto ciudad) que necesita luz, al levantar los edificios indiscriminadamente en el casco urbano, nuestro pueblo se tornara frio en todo sentido. Estamos haciendo un daño irreparable al destruir sin ningún control el casco urbano histórico central que hemos llamado centro histórico patrimonial, pero además estamos ocultando paulatinamente los maravillosos perfiles de montañas que hacen del Carmen un paraíso sin igual.
8. La disposición de los platos tiene un sentido de acompañamiento materico y coloristico, ellos se convertirán en pequeños puntos visuales, como si con ellos estuviésemos dibujando el mapa de nuestra memoria histórica, pero ellos en ocasiones no son fácilmente reconocibles por su distancia, así que su descubrimiento se convertirá literalmente en una aventura de lo visual. Los platos  cumplirán en principio una doble función para la cual están destinados, la primera y la más importante desde el punto de vista conceptual es que en ellos expresamos lo que somos y lo que hemos vivido al decidir  el camino de pueblo ceramista (debo expresar aquí que son múltiples los pueblos que han decidido ese camino, pero son pocos lo que finalmente han conseguido un sitial en el panorama mundial y sobre todo muy pocos los que han logrado posicionar una IMAGEN DE MARCA, es decir que sus productos sean reconocidos y valorados por el mensaje visual que poseen), de otro lado ellos se van a involucran en la experiencia visual de la Torre, una experiencia que quizás podríamos catalogar de pictórica fundamentalmente, pues el color y su materia son los protagonistas de esta.
9. La Torre es además un gran mueble urbano que acompaña y complementa la espiral, núcleo central de nuestro parque donde podremos sentarnos y disfrutar, entre otros, de la maravillosa colección de árboles que tendrá el arboretum.





Nuevamente agradezco al equipo que me acompaño en la realización de las baldosas, Maryori Ruiz, Eliana Moreno, Eugenia Flórez y María patricia Córdoba (mi esposa) por supuesto a CORONA y a todo el equipo del Colorificio, a la Fundación La Tierra como Camino, desde esta Fundación Luis Berrio y Mario Augusto Arroyave han defendido con ahínco la fuerza expresiva de la Torre , al alcalde Néstor Martínez y    su equipo especialmente a Beatriz Moreno y a LATITUD por apoyar la idea de la Torre en el diseño final del parque