miércoles, 31 de agosto de 2016

Una cerámica para el Huila. Primera parte.




Tocado de rosas para una reina del San Pedro.



Falda pintada a mano, típica de las fiestas tradicionales.



Desierto de la Tatacoa.


Una cerámica para el Huila.

Cuando comenzamos el Patio De La Cerámica, ya había una historia escrita en la Familia Cuéllar Durán. Liborio había comprado una finca en la Vereda San Isidro Bajo del Municipio de Campoalegre situado en el centro del Huila, cuyo destino final era realizar un “chircal” lugar donde se trabaja la arcilla manualmente para la construcción de vivienda rural, casas sencillas realizadas a partir de la necesidad. Entonces desde 1.981 cuando Liborio Compro la tierra el sueño de una “toletera” tuvo que esperar casi 13 años hasta 1.993. La toletera se convirtió en el CORTIJO, una empresa que está consolidada hoy como una de las ladrilleras más prestigiosas del sur del país.





Vistas del interior del Cortijo.




Pero de tanto sentir la arcilla y amarla finalmente  María Nelcy (mamá) y Laly Zulena, la única hija mujer  de ese matrimonio comenzaron a soñar un proyecto paralelo, un taller artesanal donde se pudiese realizar ideas concretas para una realidad que se vivía en el día a día. En la tienda de María Nelcy, los objetos llegaban a la tienda procedente de China, Francia, Italia, Japón, de USA pero ninguno de esos juegos de café o ningunas de esas ensaladeras o lámparas o Vajillas eran realizadas en Colombia y mucho menos en el Huila. Entonces en el 2.014 finalmente el Patio (aún sin nombre), comenzó a gestar en una antigua casa del espacio urbano de Campoalegre que debía derribarse por su situación en mal estado y se tomó la decisión de construir un taller y almacén para este proyecto que nacía.



El taller nuevo en el año 2015.


Laly Zulena viajó por Colombia buscando oportunidades, talento humano y posibilidades expresivas, también recopilo piezas de muchos lugares el mundo, pero la cerámica hermosa, compleja todavía no aparecía con claridad. Laly llega a El Carmen de Vivoral, la anécdota cuenta que en algunos lugares no fue bien recibida, pero al llegar al Taller Renacer; Nelson Zuluaga Quintero  su gestor, la animo  a realizar su proyecto y la contacto conmigo, conversamos por primera vez por teléfono y seguramente todo lo planteado en aquella conversación era todavía muy abstracto y poco viable. Pero entre nosotros rápidamente hubo empatía y a los tres meses yo mismo con Patricia, mi esposa , viajamos al Huila. La primera visita fue “conocer el Huila” y conocer su gente, su espacio, la familia porque desde el comienzo el objetivo planteado fue “Vamos a hacer una Cerámica del Huila”, con valores nuestros, con memoria nuestra y desde nuestras capacidades es decir: un  Proyecto Huilense con Identidad.



Laly aprendiendo como todos.


En el Huila vivimos el desierto, encontramos piedras de canto rodado en cada rio de su territorio, disfrutaos de la naturaleza ya vivamente expresada en las faldas de las fiestas del San pedro y súbitamente estamos metidos literalmente en el Rio Neiva, buscando las piedras redondas que ya imaginábamos eran platos de sopa, platos de seco o tazas para servir nuestras comidas tradicionales.
Pero en el Sur de Colombia hay demasiado talento como para no usarlo, entonces viajamos a uno de los territorios más fructíferos de la cerámica popular en América  La Chamba (Sur del Tolima), allí  nos contactamos con la Maestra Mayor Carmén Prada y con ella comenzamos a imaginar la manera de llevar aquellas piedras al barro. 



Segando el arroz.



El desierto y vista lejana de ríos secos.

Rápidamente un equipo interdisciplinario llego al taller construido;  todavía vacío para comenzar esta aventura. Unas pocas mesas, algunos materiales iniciales, entre ellos arcilla Cortijo y herramientas,  entre otros. Fueron poblando aquel espacio que se llenó de ganas de aprender. 








El equipo del taller.

Habíamos hecho una breve pesquisa para encontrar posibles candidatos para el aprendizaje (nadie en Campoalegre conocía las técnicas de vaciado, torno de alfarero, formación a mano, decoración bajo esmalte y sobre esmalte), pero ahora teníamos un puñado de mujeres y hombres dispuestos a dejarse modelar por el barro y cambiar su vida.
Del Carmen llegaron: Bernardo Betancur; experto en las artes del yeso, Eugenia Flores y Leydi Ospina; expertas decoradoras, Nelson Zuluaga Londoño; Alfarero de profesión y de la Chamba la mencionada Carmén Prada maestra del arte modelar a mano. Cada uno de ellos fungió como maestro y tuvo sus propios alumnos, que en algunos casos no habían tocado   el barro o no habían decorado jamás…  (en Campoalegre hay arcillas, pero la tradición de hacer “cacharros” ya se había olvidado).
Fueron tiempos de aprender, eran meses de  “brega”, de no saber, de intentar, de aprender de los errores, porque así es la cerámica. Pero poco a poco comenzamos a ver claro. Cuando todos estaban “metidos en el barro”, regrese nuevamente para intentar definir formas, decoraciones, acentos, matices… que debían ya perfilar los hallazgos que con Patricia y Laly se habían enunciado.
Cada uno de los Maestros visitantes puso su cuota de sabiduría y amor con grandes dosis de paciencia y fueron apareciendo  las formas y las decoraciones que nos iban a identificar.
Aquella piedra fue efectivamente la taza, las flores del campo y de las faldas bailadoras fueron el comienzo de la decoración, el pez y la cholupa, el desierto y todo lo vivido fue impregnándolo para encontrar el verdadero sentido   de lo que estábamos haciendo  “Una Cerámica Huilense”.
Un año después de las primeras conversaciones entre Laly Zulena Y Jose Ignacio y luego de múltiples visitas de Jose Ignacio y de grandes esfuerzos del equipo, hoy estamos viviendo por fin que este sueño se ha hecho realidad.





 

Doña Carmen.


Nelson enseñando el torno de alfarero.



Leydi, jefe de taller. 


Eugenia enseñando decoración.



Bruñido, herencia de la Chamba.


texto escrito en Abril 26 del año 2.016.


y adaptado para este blog el 30 de agosto de este mismo año.

José Ignacio Veléz Puerta.





































miércoles, 24 de febrero de 2016

El Parque de El Carmen de Viboral ya terminado.


                                        
                                       
                                           
                          
                                     Detalle de la Torre.


 

Para tomar unas buenas fotos, donde el parque expresara lo que habíamos pensado, tuve que esperar a que los procesos constructivos pasaran, pero, además, que pasara la navidad que con respeto tengo que decirlo hay que pensarla y planearla más de acuerdo a los espacios que se van a intervenir, para que ellos no se saturen y lo que se haga no parezca improvisado. Para este año recomiendo una navidad pensada para el parque que lo potencie, y el a ella. Además para diciembre no habíamos visto la nueva cara de la Iglesia, que diferente es hacer las cosas con un poco más de sentido estético, cómo cambia una fachada con unos zócalos austeros, unos remates bien planteados y un color local.



Plato listeado en bajo esmalte.
LA IDEA INICIAL.


Primer boceto del parque.


Un ejemplo de dibujo de proceso,
 Latitud, Jose Ignacio.

Esta entrada del blog comparte aspectos del proceso, fotos comparativas  de lo que era el parque, 
algunos bocetos, entre muchísimos, de lo que imaginamos y el resultado final.


Algunas imágenes nos pueden resumir lo que había y lo que hay!



Antes.


  Después.




Antes.


Después.

                                                                                 
Antes.



Después.



Antes.


Después.


La gente ha opinado mucho sobre el parque, ya han escrito sobre sus aciertos y sus falencias…alguien pensó por ejemplo que poner el himno y el escudo del Carmen en el costado de la Torre  sería un acierto porque la cultura de nuestro municipio es mucho más que cerámica.  Debo decir que la Torre bicentenaria es una escultura urbana como tal y los valores buscados en ella tienen que ver con la esencia misma de nuestra cultura expresados de forma actual, la Torre es un icono visual, es una invención a partir de nuestra memoria, es  una escultura creada para El Carmen y solo puede existir allí.
Quiero decir que mi posición siempre ha sido la misma, hay muchos otros valores en nuestra cultura, pero la decisión de la estética urbana se ha concentrado en la cerámica con su iconografía, sus procesos y su arqueología industrial, los valores del paisaje y nuestras riquezas naturales, nuestro patrimonio arquitectónico y la poesía de Jose Manuel Arango (ser humano de valor universal de nuestro pueblo). Debo recordar que yo soy un artista visual y que el trabajo que he realizado en el Carmen siempre ha hecho énfasis en los valores visuales y espaciales, así que la decisión de potenciar estas áreas específicas de la cultura tiene que ver con lo más significativo y lo más eficaz visualmente para construir un proyecto de espacio urbano con valores muy sólidos, muy expresivos y universales.

Pero hoy quiero simplemente compartir algunos bocetos iniciales casi todos realizados en acuarela de lo que primero fue soñado y luego realizado con la ayuda de expertos   profesionales y maestros artesanos y de la construcción, durante un periodo de más de dos años.




Sembrando la Ceiba Verde.


Acuarela de los alcorques.

De igual modo soñamos (aunque no se podía dibujar) el Arboretum, que con la dirección invaluable  del maestro León Morales se fue convirtiendo en una realidad.




Detalle de boceto en acuarela (28 de marzo, 204), foto desde la Torre (proceso).



En los bocetos, 2014.


Febrero 2016.

Aquí veremos algunos ejemplos de dibujos realizados cuando apenas planeábamos el parque, confrontados con la realidad.
La espiral como idea central desde el Bolívar, La Torre su idea inicial  y el esquema de baldosas con su carta de colores y platos representativos de nuestra historia de la cerámica, las bancas antiguas y  las nuevas (sus mosaicos con detalles), los alcorques, los bolardos, las lámparas (para cada diseño un dibujo), los pisos, las  espirales del piso, los caminos táctiles, los puntos cardinales, las basureras,  entre otros.














                                                                   
Primeras ideas sobre la Torre.



Primer boceto idea final.








Acuarela concretando la idea de la memoria
expresada en nuestros platos.



Proceso de color (detalles de acuarela de 2 metros)




Corrección de curvas en altura.



Foto febrero 2016.










Vista de las lineas de la espiral en piso y en bancas
(mosaicos)





Boceto de bolardo para el parque.



Vista del parque hoy y funcionamiento de los bolardos en el espacio.






Detalles para elaboración de mosaicos 
a partir de platos tradicionales.



                           
Modelo de  base de Lampara.



Bolardo inacabado (proceso).



Boceto para recuperación de casetas.





                                        

                      

                         




                        

                          Asi eran las bancas del parque.

                       

                        Primer boceto para su trasformación.

n                    

                   Detalle de dos acuarelas 
                   de mosaico   a escala.









Paleta de color para las fachadas del parque.












 Me da gusto compartir estas imágenes.

En otras entradas anteriores sobre el parque he mencionado 
a cada uno de los artífices de este proyecto.


 Gracias de nuevo a todos los que hicieron posible este sueño.